Thor: Ragnarok

Es la tercera película independiente de Thor, la más audaz del Universo Cinematográfico de Marvel hasta el momento, se presenta con cambios radicales, y tiene éxito, épicamente, en muchos niveles. Thor: Ragnarok es una unificación triunfal de diversos elementos del MCU. Es tan divertida como las películas de los Guardianes de la Galaxia; mejora la ciencia ficción de esas películas y de las de Los Vengadores; amplía más los hilos mitológicos de las anteriores películas de Thor; introduce una emocionante acción de espada y brujería, e incluso permite un crecimiento real y creíble de los personajes. El director Taika Waititi y los guionistas se han dado cuenta de que todas estas cosas existen simultáneamente en este cosmos narrativo en constante expansión, y no lo desperdician. Ragnarok tiene dragones, demonios, la Diosa de la Muerte, naves espaciales, láseres y agujeros negros, combates de gladiadores y revolución, e incluso algo de magia en forma de cruce con el Doctor Strange (Benedict Cumberbatch). Waititi no sólo mezcla estos ingredientes con el aplomo de un chef loco pero brillante, sino que además añade con audacia su propia salsa especial con su humor extravagante e incluso el uso de "Immigrant Song" de Led Zeppelin como una especie de tema nuevo perfectamente elegido para Thor.

Ya hemos visto indicios de ello antes, pero Ragnarok desvela por completo al Thor de Hemsworth como una figura cómica simpática capaz de crecer personalmente. Realmente está evolucionando hacia el gran rey en el que debe convertirse, a la vez que se vuelve más divertido con cada aparición. El regreso del Hulk de Ruffalo es más que bienvenido, hasta el punto de que la única queja, con respecto a la impactante acción de la película, es que no hay suficiente de él en la batalla final. Incluso Anthony Hopkins, en el papel de Odín, se divierte haciendo su versión de Odín interpretado por Loki. Entre los recién llegados, Thompson brilla como la conflictiva, fanfarrona y demasiado buena para Asgard Valkiria (aunque su problema de alcoholismo no se aborda en absoluto en la película). El más adorable de los personajes nuevos es el gentil guerrero azul revolucionario Korg, al que Waititi le da voz. En el papel de Hela, Blanchett da en el blanco. Hela fue co-creada por uno de los mejores artistas de cómic de todos los tiempos, Jack Kirby y, a diferencia de algunas películas de superhéroes (ejem, Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer), Ragnarok se sumerge profundamente en los increíbles diseños de Kirby. La actriz, ganadora de dos Oscars, logra el Kirby completo, devorando el escenario con colmillos afilados y ojos que brillan con malevolencia, a la vez que luce un aspecto perfecto de cómic. No es una película perfecta: La fotografía y el diseño de producción, brillantemente iluminados y con colores de caramelo, a veces resultan inapropiados (véase Blade Runner 2049, por ejemplo, para una representación más cruda de una ciudad basurero). Los personajes principales son asesinados y olvidados rápidamente. (Hablando de eso, ¿dónde está Sif?) Pero esas son observaciones a una película que, desde la primera escena (fácilmente la más emocionante del MCU a la fecha), incita a un "¡bien hecho!" desde el fondo del ser. Waititi, anteriormente más conocido por pequeñas y personales comedias como What We Do in the Shadows y su trabajo con Flight of the Conchords, pasa todos los exámenes con creces. Evitando el modelo del Universo de la Liga de la Justicia/DC de juntar partes poco adecuadas en nombre de la "libertad artística", Waititi demuestra, como hizo James Gunn con las películas de Guardianes de la Galaxia que un artista puede ser uno mismo y ser parte del conjunto de otros profesionales que trabajan en el mismo campo. La ambiciosa Thor: Ragnarok logra una especie de alquimia a través de la mezcla de elementos muy diferentes.