Lecciones de química

Los fans de clásicos como Mad Men y The Marvelous Mrs. Maisel quedarán cautivados por el aspecto de esta serie, y la interpretación y la historia son lo suficientemente convincentes como para cerrar el trato. En el fondo, Lecciones de química es un cuento de hadas aspiracional, la historia de una mujer que nunca duda de sí misma, de su trabajo o de su talento, a pesar de que el resto del mundo hace exactamente eso. Brie Larson es, como siempre, simpática y fácil de querer, y los decorados caros y los actores con ropa color caramelo hacen que los mensajes centrales de la serie a favor de la mujer caigan fácilmente. Están bien articulados en las palabras de Zott en su exitoso programa de cocina: "En mi experiencia, la gente no aprecia el trabajo y el sacrificio que supone ser madre, esposa y mujer. Pues bien, yo no soy una de esas personas".

Los espectadores que simpaticen con las cuestiones feministas aplaudirán especialmente estos momentos, así como aquellos en los que Lecciones de química dramatiza los retos a los que se enfrenta Zott tras un embarazo inesperado. Atrapada en una de las peores situaciones en las que podía encontrarse una mujer en los años 50, no sólo encuentra la manera de sobrevivir, sino que se convierte en una estrella mediática involuntaria a lo Julia Child, y en una defensora no sólo de sí misma, sino también de la soberanía, la dignidad y el respeto de todas las mujeres. Lecciones de química es un placer para la vista, tanto como la novela de la que se adapta.