Guardianes de la galaxia (vol. 2)

La pandilla favorita de Marvel, de forajidos reformados, vuelve en otra aventura espacial llena de melodías clásicas, batallas épicas y comedia encantadora. Aunque no es tan impresionante como la primera, eso no significa que la segunda parte no sea buena. Ambientada con la banda sonora de la Awesome Mix Tape #2 de Meredith Quill, que legó a su querido y joven Peter, Guardianes de la galaxia (vol. 2) marca el ritmo de la historia del grupo, sobre todo para el huérfano Star Lord, que siempre se ha preguntado quién era exactamente su padre, Star Man, y por qué los dejó en la Tierra, a él y a su madre. Russell es una elección ideal para interpretar a Ego, el dios celestial (con "d" minúscula) que contrató a Yondu para que le trajera a su hijo 26 años atrás. Sin entrar en detalles, esta dinámica padre-hijo, al clásico estilo de las historias de origen de Marvel, es el motor del suspenso y la acción en la segunda mitad de la película. Sin embargo, no es tan interesante ni divertida como la historia de la "reunión de los Guardianes" de la primera entrega. Los problemas con los padres, por supuesto, proliferan en los mundos de los superhéroes, y los Guardianes no son una excepción, ya sea echando de menos la falta de uno, llorando a uno malvado o, en el caso de Drax, lamentando el padre que había sido antes de que su familia fuera asesinada.

Hablando de padres, biológicos o no, Yondu, interpretado por Rooker, es un personaje secundario destacado en esta entrega. Él y su flecha mágica (y su sabiduría para hablar) son lo más destacado de la acción y el diálogo. Yondu y Rocket disfrutan de un par de conversaciones significativas que muestran su crecimiento de una manera sorprendentemente conmovedora. Saldana y Pratt siguen intercambiando miradas persistentes como Peter y Gamora, pero no hay mucho desarrollo romántico, dado que a su alrededor hay cosas mucho más importantes en juego, casi todo el tiempo. Esta secuela supera la prueba de Bechdel gracias, tanto a los intercambios de Gamora y Nebula como hermanas que lidian con los efectos de una educación abusiva a manos del malvado Thanos, como a la nueva actriz secundaria Mantis, aunque la mayoría de sus escenas son con Drax (que la encuentra definitivamente "horrible" y "repulsiva", pero en un "buen sentido"). Ni falta decir que Baby Groot se roba el show con sus grandes ojos y su dulce comportamiento. Incluso los Ravagers lo consideran "demasiado adorable para matarlo". Y luego está la música, que es una compilación muy bien elaborada de clásicos de los 60 y los 70, entre las más memorables: "The Chain" de Fleetwood Mac y "Brandy" de Looking Glass. Pero hay muchos temas musicales más para disfrutar.